
Y la verdad es mentira.
Podría acostumbrarme a tu presencia inquieta y salvaje. Podría ver abrir tus ojos cada día, si quisieras. Podría asumir el riesgo del abismo que me
Podría acostumbrarme a tu presencia inquieta y salvaje. Podría ver abrir tus ojos cada día, si quisieras. Podría asumir el riesgo del abismo que me
Alicia no está enfadada con nadie, aunque apenas salga por la calle. Se pone pantalones que le llegan al ombligo porque detesta que la curvatura
Esta noche ha venido el diablo a los pies de mi cama a recordarme la posibilidad del eterno retorno y me he desvelado. Todo va,
Subo las escaleras de dos en dos con la sensación infantil de estar a punto de abrir algún regalo cuando, en realidad, solamente voy a
Siempre que me he comido un plato de mejillones he pensado que habían sido pescados en aguas cercanas a la costa atlántica por pescadores que,
Hoy tengo en la barriga las mismas lombrices que tuvo Samanta cuando era una cachorra. Se retuercen locas en mi estómago haciéndolo ensancharse y contraerse
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